Se halla ubicado en la pequeña villa de San Millán de la Cogolla,

Monasterio De Yuso

provincia de La Rioja (España), en la margen izquierda del río Cárdenas. Forma parte del conjunto monumental de 2 monasterios, junto con el otro más antiguo que está más arriba, en el monte, llamado Monasterio de San Millán de la Cogolla. Este de abajo fue mandado construir en el año 1053 por el rey navarro García III de Nájera (así se llamaban los reyes, o de Nájera o de Pamplona, antes de pasar a llamarse de Navarra, pero es el mismo reino). La historia de su fundación va unida a una leyenda en que hay de por medio un milagro.
El monasterio fue construido en estilo románico, como correspondía a la época. Tiene reconstrucciones posteriores del S. XVI, en estilo herreriano, del S. XVII y del XVIII. Al principio fue una abadía benedictina, pero a partir de 1878

lo regentan los Agustinos Recoletos. Se halla en perfecto estado gracias a que actualmente está habitado por los monjes que se ocupan por su mantenimiento.
Se accede al interior por una puerta barroca del S. XVII que lleva columnas corintias y un relieve de San Millán a caballo. Desde el vestíbulo se entra al Salón de los Reyes donde hay varios cuadros valiosos pintados por fray Juan Rizzi, que representan a condes y reyes, entre ellos a García de Nájera, el fundador, y a Sancho III el Mayor de Navarra (padre del anterior), que ofrece una particularidad: su cabeza es el retrato del escritor español, Lope de Vega. La iglesia es de 3 naves, con bóveda estrellada y un bonito cimborrio. Tiene un retablo del S. XVII con pinturas también de fray Juan Rizzi; el cuadro central representa a San Millán en la batalla de Hacinas (Burgos) contra los moros. Los cristianos, en sus luchas contra los musulmanes, eligieron a San Millán como patrono y así, Gonzalo de Berceo en su Vida de San Millán nos cuenta la promesa de los votos legendarios, de una parte Ramiro II de León a Santiago y de la otra, Fernán González a San Millán. Luego nos refiere la maravillosa aparición de ambos patronos en la batalla de Hacinas.

En la sacristía se guardan las reliquias de los santos Millán y Félix, su maestro, en dos arquetas de plata y placas de marfil. La de San Millán fue un encargo de Sancho IV de Navarra (Sancho el de Penalén), en el año 1067.

Tiene el monasterio también una importante biblioteca construida en 1665, aunque actualmente está bastante despojada de volúmenes. Pero todavía guarda obras buenas y valiosas, algún códice (libro anterior a la invención de la imprenta) e incunables (un incunable es toda edición hecha desde la invención de la imprenta hasta principios delS.XVI).

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